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OPINIÓN | La ciudad que me habita

Estamos viviendo una época donde la arquitectura como creadora de espacio, se ha olvidado de su función principal, el ser humano. El hombre percibe el espacio a través de los sentidos y es a través de la naturaleza cuando el espacio se humaniza. La arquitectura actual está creada solo para el disfrute de la vista, el ojo se ha antepuesto al resto de los
sentidos y nos hemos acostumbrado a permitirlo, sin ser conscientes que el equilibrio sensorial de la materia nos aportaría una percepción mucho más rica
Este tipo de Arquitectura, que apunta hacia una imagen visual llamativa y memorable, en lugar de una experiencia plástica y espacial con una base existencial, ha adoptado la estrategia de la publicidad y persuasión instantánea; los edificios se han convertido en producto-imagen (imagen-producto), separados de la sinceridad espacial.
En lugar de ser un encuentro situacional y corporal, la Arquitectura se ha convertido en una disciplina con predominio de la imagen visual, perdiendo contenido y la sutil sensación, por parte de los usuarios, de sentirse cobijados por los nuevos espacios proyectados. Es una Arquitectura "superficial" donde la identidad  se construye a nivel de percepción de las imágenes, generando en una sociedad que se define solo por esto, el rechazo de la relación identidad-espacio, proporcionando una identidad "flotante" (sin lugar propio). Es un espacio virtual, dominado por pantallas electrónicas, que son los propios edificios, lugares  (o no lugares) por donde la gente quiere pasar de prisa, no permanecer. ¿Son espacios de Arquitectura o meros inductores de consumo?.
Así y retomando entonces, a partir de comprender que  el predominio de la vista, y la supresión del resto de sentidos, influye  en la forma de pensar, enseñar y hacer crítica de la arquitectura, y por cómo, consecuentemente, las cualidades sensuales y sensoriales desaparecen de las artes y de la arquitectura, es que me paro y pienso sobre esto. La Arquitectura y los sentidos | El sentido de la Arquitectura.
Creo que la percepción, o mi percepción,  no es solo o igualmente, una suma de datos conocidos visuales, táctiles y auditivos. Percibo de una forma total con todo mi ser: capto una estructura única de la cosa, una única manera de ser que habla a todos los sentidos de una vez.
La arquitectura tiene que dirigir todos los sentidos simultáneamente. El significado primordial de un edificio cualquiera, está más allá de la arquitectura; vuelve nuestra conciencia hacia el mundo y hacia nuestro propio sentido del ser. La arquitectura significativa hace que tengamos una experiencia de nosotros mismos como seres corporales.
Ahora bien, determinada forma de representar supone determinada forma de percibir y viceversa. Como representar entonces?.
Si yo digo que la Arquitectura es esa conjunción del todo, de todos los sentidos y un poco más, entonces la manera de representarla también debe serlo.  Esto quiere decir que en todas las etapas del proceso proyectual, no alcanza con elegir solo una forma de representar mis ideas. Es cierto tambien, que en cada etapa una u otra manera se adecuará mejor, pero en definitiva en arquitectura, asi como el edificio no es un fin en sí mismo (enmarca, articula, estructura, da significado, relaciona, separa, une, facilita, prohibe), el dibujo esta en funcion de. De esta manera a la par del conocimiento tecnico, irá la preocupacion por incentivar y ampliar las posibilidades de este lenguaje con la exploracion perceptual y conceptual, y tendremos una visión multimodal que incita la ejercitación mente - mano.
Asimismo, durante el proceso proyectual, el arquitecto interioriza gradualmente el paisaje, todo el contexto y los requerimientos funcionales, así como su edificio imaginado: el movimiento, el equilibrio y la escala se sienten inconscientemente a través del cuerpo como tensiones en el sistema muscular y en las posiciones del esqueleto y los órganos internos. A medida que la obra interactúa con el cuerpo del observador, la experiencia refleja las sensaciones corporales del creador. En consecuencia, la arquitectura es comunicación desde el cuerpo del arquitecto directamente al cuerpo de la persona que encuentra la obra.
El pensamiento, las ideas, la memoria, son los elementos que articulados definirán el camino de este proceso.
Las experiencias arquitectónicas auténticas consisten en, por ejemplo, el acto de enfrentarse a un edificio, más que la percepción formal de su fachada; la acción de entrar a él, y no simplemente del diseño visual de la puerta; mirar a través de una ventana (para adentro o para afuera), más que la ventana como objeto material; o de ocupar un cálido ambiente mas que la estufa hogar como un objeto de diseño visual.
El espacio arquitectónico es espacio vivido, y sentido, mas que espacio físico. El espacio vivido siempre trasciende la geometría.  Nos identificamos con este espacio, este lugar, este momento, y estas dimensiones pasan a ser ingredientes de nuestra misma existencia. La arquitectura tiene que contribuir a la reconciliación entre nosotros y el mundo, y esta mediación tiene lugar a través de los sentidos.

´Yo enfrento la ciudad con mi cuerpo; mis piernas miden la longitud de los soportales y la anchura de la plaza; mi mirada proyecta inconscientemente mi cuerpo sobre la fachada de la catedral, donde deambula por las molduras y los contornos, sintiendo el tamaño de los entrantes y salientes; el peso de mi cuerpo se encuentra con la masa de la puerta de la catedral y mi mano agarra el tirador de la puerta al entrar en el oscuro vacío que hay detrás. Me siento a mi mismo en la ciudad y la ciudad existe a través de mi experiencia encarnada. La ciudad y mi cuerpo se complementan y se definen uno al otro: habito en la ciudad y la ciudad habita en mí.´ (Los ojos de la piel - Juhani Pallasmaa, 2012)

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